La demanda de servicios sexuales: un análisis profundo

La demanda de servicios sexuales es una realidad extendida a nivel global. Según datos del último recuento mundial —publicado por el Organismo de Naciones Unidas para la Investigación de la Pobreza (UNDP)—se estima que cerca de 200 millones de mujeres en todo el mundo están involucradas en el trabajo sexual.

Lo que motiva a muchas personas a buscar servicios sexuales no es tan evidente, como se creería a primera vista. Es un mundo mucho más oscuro, donde existen factores sociales y culturales que contribuyen a la demanda de estos servicios. Un análisis profundo descubrirá que existen varias razones detrás de la demanda, una vez que se mira de cerca.

Existen personas que son ricas y poderosas y usan la trata sexual como un mecanismo para relajarse. Estas personas menudo se sienten atraídas por el hecho de que los servicios sexuales son fácilmente accesibles. Otros buscan la compañía de alguien para abastecer sus necesidades emocionales. Por otro lado, hay quienes simplemente buscan una vía para satisfacer sus necesidades sexuales.

citas  de servicios sexuales con el propósito de minar automáticamente la dignidad de la otra persona. Esto se ve especialmente entre aquellos que tienen ciertos prejuicios y derecho social, al pensar que tienen la libertad de tomar la libertad del otro. Por ejemplo, un hombre rico que cree tener el poder y el derecho de explotar a una mujer vulnerable servirá como la ilustración perfecta.

La demanda de los servicios sexuales también puede ser motivada por necesidades económicas. Por ejemplo, aquellos que viven a nivel de subsistencia, incluso aquellos con necesidades financieras extremas, pueden sentirse obligados a vender servicios sexuales para ganarse la vida. Esto se ve especialmente entre los grupos vulnerables y aquellos que caen en las redes de la trata de personas.

Los ambientes hostiles que contribuyen a la demanda de servicios sexuales son también dignos de mención. Una sociedad estructurada profundamente por el aparato patriarcal, los complejos de la masculinidad, el machismo y el pacto del silencio, a menudo motivan a las personas cautivas en el sistema a buscar servicios sexuales. En su segunda parte, muchos hombres asumen que la única forma de satisfacer sus necesidades sexuales es comprar servicios sexuales de una forma despectiva.

La discriminación económica también contribuye a la demanda de estos servicios. En una economía cada vez mayormente desigual, donde una clase de personas tienen la mayor parte de la riqueza, muchas otras se ven obligadas a buscar un trabajo sexual para poder mantenerse. Estas personas están desesperadas por tener ingresos para satisfacer sus necesidades básicas.

Las necesidades emocionales profunda y la búsqueda de seguridad tienen un papel importante en la demanda. Muchas personas buscan la compañía de alguien para abastecer sus necesidades emocionales y para sentirse seguras. Estas personas tienen la esperanza de encontrar algo que les ayude a superar la soledad o sufrir un desequilibrio emocional.

Finalmente, los abusos sexuales y la demanda abusiva puede generar una necesidad de compensar y prevenir los daños sufridos. Esto conduce a un mecanismo inconsciente de búsqueda, de una forma de compensación, aún cuando se trate de una demanda abusiva.

A pesar de la complejidad de este problema, está claro que el explotador no es la única persona a la que culpabilizar. Cualquiera que busque los servicios sexuales sin darse cuenta de que podría estar contribuyendo a una cultura de explotación también debería ser responsabilizado. Las personas que consumen servicios sexuales deben ser conscientes de que están contribuyendo al ciclo de la pobreza, la miseria y la opresión de muchos.